Cirugía Bucal

ortodoncia

La cirugía oral o bucal es la parte de la odontología que trata del diagnóstico y del tratamiento quirúrgico y coadyuvante de las enfermedades, traumatismos y defectos de los maxilares y regiones adyacentes.

CIRUGÍA ORAL EN CORDALES:

La extracción quirúrgica del tercer molar es la intervención quirúrgica más común de la boca.

Indicaciones

ortodoncia1. Preventiva o profiláctica para evitar dolor, infecciones, quistes, reabsorción en la zona distal del segundo molar incluso por amenaza de vida del paciente. La edad ideal para la extracción del molar incluido es entorno a los 16-25 años, momento en el que están formados 2/3 de la raíz del tercer molar.

2. Infección: antes de cualquier procedimiento quirúrgico se debe manejar terapia antibiótica para controlar la infección.

3. Motivos ortodóncicos: por discrepancias óseo-dentarias, para mantener los resultados obtenidos, por necesidad de distalización de segmentos posteriores.

4. Motivos prostodóncicos o restauradores: cuando sea necesario restaurar un segundo molar, cuando el tercer molar está debajo de una prótesis removible.

5. Motivos periodontales: para evitar episodios repetitivos de infección que puedan ocasionar reabsorción ósea en la zona del segundo molar o cuando la higiene se vea dificultada.

6. Presencia de otras patologías asociadas: quistes, tumores de origen dental benignos o mailgnos, laceración de la mucosa yugal.

7. Otras indicaciones: irradiación, fractura del ángulo de la mandíbula, uno o más episodios de pericoronaritis, enfermedad periodontal en distal del segundo molar, autotransplante de un primer molar perdido, dolor atípico en la zona del tercer molar.

 


 

CIRUGÍA ORAL EN CANINOS INCLUIDOS:

Los caninos incluidos son aquellos que no erupcionan y permanecen en el maxilar más allá de su edad de erupción normal a pesar de tener la raíz completamente formada. Después de los cordales, es el segundo diente más propenso a quedar incluido.

Los caninos son dientes de gran importancia para la estética y para la masticación. Son los dientes que tienen la raíz más larga y están diseñados para ser el primer diente que contacta con la otra arcada al cerrar la boca, y servir de guía para que el resto de los dientes muerdan correctamente.Por todo ello es muy importante descubrir a tiempo si tienes un canino retenido para tratarlo cuanto antes, porque cuanto más tiempo pase, más difícil será que el diente pueda salir.

De los seis dientes anteriores, los caninos suelen ser los últimos en erupcionar cuando se caen los dientes temporales (de leche). Normalmente salen sobre los 13 años y muchas veces son los que cierran el espacio que puede haber entre los incisivos centrales (diastema).Si no recuerdas que se hayan caído los caninos temporales o si el tamaño de tus caninos es más pequeño de lo normal, podría ser que tuvieras un canino retenido.

Diagnóstico

El diagnóstico inicial se realiza mediante una radiografía simple: ortopantomografía y radiografía oclusal. Es conveniente realizar una radiografía de control a los 8-9 años para comprobar si la erupción dentaria está siendo correcta o existe algún impedimento.Una vez confirmado, lo ideal es realizar una exploración más exhaustiva mediante los modernos sistemas de tomografía de haz cónico (CBCT) pues nos proporcionan mucha más información al localizar el canino en los tres planos del espacio.

¿Cuál es la causa?

a). Alteración de la dirección de erupción: Los caninos se desarrollan muy altos en el maxilar, y para llegar a erupcionar tienen que recorrer un largo camino en un momento en que, además, el resto de los dientes adyacentes ya suelen haber erupcionado. Ciertos problemas locales pueden obstaculizar el camino que el canino debe recorrer para llegar a su posición: - Dientes Supernumerarios - Falta de espacio por pérdida prematura de dientes - Ausencia congénita de incisivos laterales. - Transposiciones dentarias

b). Predisposición Genética: Los caninos incluidos en el paladar suelen asociarse a otras anomalías dentarias como alteraciones de la forma, tamaño y estructura, que podrían tener una causa genética. Hasta el 33% de los pacientes con caninos incluidos asocian ausencia congénita de algún diente (casi 4-7 veces más que la población normal), 47% tienen ausencia congénita de incisivos laterales o son muy pequeños, y en los pacientes con ausencia de estos laterales la incidencia de caninos incluidos es 2,4 veces mayor. Sin embargo, no está claro si la ausencia del incisivo lateral es un factor local o una alteración genética asociada a la inclusión de los caninos.

Tratamiento de los caninos incluídos

Existen tres grupos de opciones terapéuticas:

a). Facilitar la erupción espontánea (tratamiento interceptivo): mediante la exodoncia del canino temporal, mediante el uso de mantenedores de espacio en caso de pérdida prematura o mediante la eliminación de posibles interferencias como dientes supernumerarios, quistes, etc.

b). Fenestración y tracción ortodóncica:

Consiste en una pequeña intervención quirúrgica en la que se realiza una ventana en el hueso (fenestración) a través de la cual se expone la corona del canino incluido, para poder colocar después un dispositivo de tracción ortodóncica que tire del diente para llevarlo a su sitio. Este tratamiento debe ser coordinado entre el cirujano y el ortodoncista, que previamente habrá ido creando el espacio necesario para el diente en la arcada. Una vez realizada la fenestración, el paciente deberá volver a su ortodoncista para que inicie la tracción ortodóncica.

c). Exodoncia quirúrgica del canino: Lamentablemente, no siempre se puede llevar el diente al sitio. Esto depende de múltiples factores como la inclinación del diente, edad del paciente, la posible presencia de anquilosis (unión del diente al hueso)… En estos casos es aconsejable extraer la pieza para evitar problemas en las raíces de los dientes adyacentes. El canino se extrae, entonces, mediante una intervención bajo anestesia local.

 

 


 

CIRUGÍA ORAL FRENILLOS:

El frenillo labial es una estructura normal que consiste en un pliegue de la mucosa del labio localizado en la línea media, que une por un lado la superficie interna del labio y, por otro, la encía en la línea media. Normalmente, el frenillo del labio inferior es más pequeño que el del labio superior. En algunos niños a partir de los 2 años es posible apreciar un frenillo hipertrófico (más grueso), que se inserta más abajo de lo normal y se mete en profundidad entre los dos incisivos centrales superiores, produciendo una separación de éstos (diastema interincisal).

El frenillo labial superior de implantación baja produce principalmente un problema estético de diastema interincisal. En casos extremos, puede generar también dificultad para mover el labio superior o alteraciones de la fonética del paciente produciendo un sonido balbuceante o de silbido por el espacio existente.

¿Cuándo hay que operarlo? Podemos esperar hasta la adolescencia temprana que es cuando erupcionan los caninos definitivos, por si las fuerzas mesiales ocasionadas por éstos fueran capaces de desplazar hacia arriba el frenillo y cerrar espontáneamente el espacio.En otras ocasiones, debido a indicaciones ortodóncicas o a la ansiedad de los padres, dicho tratamiento se puede realizar en edades más tempranas, siempre con la erupción de incisivos centrales y laterales.

El tratamiento quirúrgico del frenillo labial superior está indicado si: - El frenillo causa y mantiene la separación de los incisivos centrales superiores. - El frenillo causa y mantiene un pliegue del labio, hacia afuera o hacia adentro. - En pacientes de edad avanzada portadores de prótesis dentales, la persistencia del frenillo tanto superior como inferior puede dificultar la retención de la prótesis o la aparición de fenómenos irritativos en el mismo frenillo por el roce de la prótesis; en estos casos también será necesario el tratamiento quirúrgico.

 


 

CIRUGÍA APICECTOMÍAS:

Algunas piezas dentarias sufren a veces un foco periapical, que es un proceso inflamatorio o infeccioso localizado en el hueso que rodea la punta de una raíz (denominada ápice). El tratamiento habitual de este problema es realizado por el dentista y se denomina endodoncia.

Consiste en limpiar el foco mediante una apertura en la corona a través del canal radicular, retirando la pulpa (“matar el nervio”) y sellando finalmente la cavidad con un material denominado gutapercha.

En ocasiones, la endodoncia no es capaz de eliminar completamente un foco periapical, las molestias persisten, y es necesario un procedimiento quirúrgico denominado apicectomía para solucionar el problema.

Para ello se realiza una pequeña incisión en la encía cercana a la pieza dentaria, exponiendo el hueso subyacente y extirpando bajo visión directa el tejido afectado. Una vez hecho esto, se retira también la punta de la raíz para evitar que queden restos atrapados en ella, y se tapona el conducto radicular desde arriba (“obturación a retro”) para complementar el sellado que se hizo con la endodoncia. Para finalizar se sutura la encía.

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